Nos explica Timothee Galloway en su libro «El juego interior del tenis» (1978) que el rendimiento de un deportista está supeditado a las dos partes de la persona que disputan constantemente una lucha para prevalecer la una sobre la otra dentro de su cabeza. Habla de que las personas tenemos un YO1 y un YO2. En el caso del YO1, es esa voz que de manera casi constante nos está juzgando y pidiendo que hagamos las cosas según su criterio, que enaltece el error haciéndonos ver lo mal que estamos rindiendo o buscando en el exterior las razones para ese mal rendimiento.
Por otro lado denomina como el YO2 a las capacidades que tiene la persona para rendir sea cual sea la tarea, haciéndolo de manera fluida y alcanzando así su máximo potencial.
Podemos hablar por tanto de que el YO1 representa las interferencias que nos encontramos a la hora de realizar cualquier deporte, mientras el YO2 son nuestras verdaderas capacidades. De hecho no es casualidad que el autor, profesor de tenis, hable de este deporte especialmente ya que se trata de uno de los más exigentes a nivel psicológico por ser de tipo individual y por los momentos que tiene detenido el juego y que intensifica ese diálogo interior.
Nuestro rendimiento será mayor siempre que seamos capaces de atenuar ese lenguaje negativo y podamos desarrollar nuestras verdaderas capacidades. Es ahí donde entra el coaching deportivo, dotando al deportista de herramientas que le permiten «distraer al distractor» y le ayudan a alcanzar su mejor nivel de juego.
No debemos esperar acallar completamente al YO1, pues su presencia es inevitable cómo lo puede ser la respiración o el latir del corazón. Pero mediante un buen trabajo mental, se puede conseguir que ese diálogo interno por lo general negativo y frustrante, tome un carácter neutro y nos permita centrarnos solamente en la práctica.
Te pondré un sencillo ejemplo. Mucho se habla en el caso de los tenistas de las manías que adquieren durante la disputa de partidos. En realidad todas estas rutinas están entrenadas y planificadas para conseguir un mejor rendimiento. El bote de la bola antes de efectuar el servicio, girar la raqueta en la mano durante la posición de espera en el resto, caminar sobre las líneas entre puntos, realizar los mismos gestos durante el tiempo en el que están sentados en la silla… En esos momentos el tenista le está diciendo al YO1 que se preocupe de realizar esas acciones sencillas y sin mayor trascendencia, lo cual le evita todo tipo de pensamientos negativos que tienen como consecuencia la pérdida de concentración, y en la mayoría de las ocasiones un mal rendimiento. Así pues, para acercarnos a nuestro verdadero nivel de juego, sea cuál sea este, un trabajo de rutinas nos ayudará a ser nuestra mejor versión.
Si quieres vivir de primera mano un proceso de coaching deportivo, te invito a conocerlo realizando una primera sesión individual gratuita. En esta primera sesión conseguirás desarrollar mucho mejor tus objetivos y conocer que te está impidiendo alcanzarlos. ¿Te animas?